Durante la pubertad, una persona pasa por muchos cambios físicos, emocionales y sociales. Los niños generalmente comienzan la pubertad entre las edades de 9 y 15, y puede tomar de cinco a siete años para que se produzcan todos los cambios. Los cambios más obvios incluyen un crecimiento repentino; la voz se torna cada vez más profunda; los hombros se vuelven más amplios; experimenta el crecimiento del bello en la cara, alrededor de los genitales y axilas; y el crecimiento de los genitales. Algunos niños pueden experimentar acné, y su sudor puede desarrollar un fuerte olor. Algunos también pueden experimentar un leve crecimiento del seno que puede ser embarazoso, pero por lo general se resuelve por sí solo.
Los cambios de la pubertad permiten que la gente se reproduzca físicamente. Durante la pubertad, la testosterona activa los testículos para comenzar a producir espermatozoides, por lo que el pene ahora puede eyacular. Durante la pubertad, algunos niños experimentan sueños húmedos o poluciones nocturnas, cuando la eyaculación ocurre espontáneamente durante el sueño. Los sueños húmedos son normales, aunque no todos los tienen. Muchos niños también experimentan erecciones espontáneas durante la pubertad. Una vez más, es normal si las tiene y normal si no las tiene.
Los cambios emocionales asociados con la pubertad pueden incluir cambios de humor intensos y nuevos sentimientos sexuales y/o románticos. Las relaciones de los niños con sus padres, hermanos y amigos también pueden cambiar durante este tiempo. Pueden expresar el deseo de tener más privacidad y quieren pasar más tiempo con sus amigos. Los hombres jóvenes que atraviesan la pubertad pueden sentirse avergonzados, nerviosos, intimidados y/o emocionados por todos los cambios que están experimentando. Es completamente normal experimentar una amplia variedad de sentimientos sobre la pubertad.
Es importante que los adultos expliquen los cambios de la pubertad a los hombres jóvenes antes y mientras están pasando por ellos. También es esencial asegurarles que estos cambios son normales. Ayudar a los jóvenes a identificar maneras de hacer frente a estos cambios puede hacer que esta etapa de la vida sea menos estresante. Hablar sobre estos cambios con los jóvenes en su vida les permite saber que no están solos y que pueden acudir a sus padres o tutores si tienen preguntas o necesitan apoyo.